Gracias al Study Abroad Program (SAP), Virginia Díez, alumna del Grado en Bellas Artes en Arte Digital y Animación (BFA) en DigiPen Europe-Bilbao, está cursando un año académico en nuestro campus de Singapur. En este artículo, nos cuenta cómo esta experiencia está transformando su desarrollo personal, ampliando su bagaje cultural y enriqueciendo su currículo académico.
DigiPen Singapur, ubicado en el Campus de Singapore Institute of Technology (SIT) en el distrito digital de Punggol, está presente en una de las ciudades más innovadoras y conectadas del mundo. Singapur no sólo es hogar de gigantes tecnológicos y de la industria del entretenimiento como Google, Facebook, Ubisoft y Lucasfilm Singapore (ILM), sino que también alberga empresas locales influyentes en la industria del videojuego como Sparky Animation y Koei Tecmo. Esta cercanía brinda al alumnado la oportunidad de conocer empresas líderes de la industria y de explorar el dinámico mercado del sudeste asiático. Virginia ha podido experimentar de primera mano este entorno, visitando sus instalaciones punteras, conociendo a profesionales interesantes y relacionándose con una comunidad muy diversa.
Creo que soy la única persona europea del campus. En Singapur hay gente de muchos lugares del mundo y la mezcla internacional es increíble. La cultura se vive de manera fluida y diversa. Yo ahora, por ejemplo, me preparo para celebrar el año nuevo chino.”
En el campus de DigiPen Singapur se ofrecen cinco grados relacionados con arte, diseño, programación e ingeniería, incluyendo el Grado en Bellas Artes en Arte Digital y Animación que estudia Virginia. El SAP da la oportunidad a nuestro alumnado de estudiar en otro país y en otro continente, bajo la misma metodología y sistema educativo que en Bilbao. Las clases cuentan con un número de alumnos y alumnas similar y un enfoque muy parecido al del campus europeo. Virginia describe un día normal de clases parecido a su rutina de Bilbao, aunque hay algo que destaca de la vida en Singapur: pasan mucho más tiempo en el campus. “Después de clase, solemos quedarnos comiendo en la cantina. Luego aprovechamos para avanzar con los proyectos de clase,” comenta Virginia.
Una de las diferencias más notables es el enfoque en el desarrollo del portfolio artístico. Mientras que en Bilbao artistas y programadores colaboran frecuentemente para crear videojuegos completos, en Singapur el trabajo está más segmentado. El alumnado de RTIS se centra en la programación y el de BFA trabaja más en la creación de cinemáticas, modelos 3D, escenarios detallados o assets avanzados de videojuegos. Este enfoque permite a los artistas centrarse en piezas concretas que encajan perfectamente en su portfolio. Virginia también destaca las charlas de profesionales de la industria que han tenido durante las clases.
Algunos días vienen personas graduadas de DigiPen para enseñarnos dónde trabajan y darnos ejemplos de salidas profesionales. Otros días, contamos con la presencia de profesionales de la industria que nos invitan a contactarles para explorar oportunidades laborales. Siempre enfatizan que tenemos un lugar en el mercado laboral.”
Desde el primer día, Virginia se sintió bienvenida gracias a la cálida acogida del alumnado, profesorado y personal de DigiPen Singapur. EIncluso antes de su llegada, se aseguraron de que todo estuviera listo para que se sintiera cómoda en su nueva vida. En septiembre, antes del inicio del curso, recibió un tour por el Campus de Singapore Institute of Technology (SIT), donde se encuentra DigiPen. Además, en su primer día le asignaron a dos compañeras para que la guiaran por el campus y facilitaran su adaptación. Durante la primera semana, también participó en una jornada organizada para estudiantes internacionales de intercambio del SIT. Este evento fue una gran oportunidad para conocer la ciudad y conectar con estudiantes en situación similar a la suya.
“Hacer amistades internacionales fue genial porque compartíamos el mismo proceso de adaptación, aunque también valoro mucho haber conocido a las personas locales del campus, ya que enriquecen aún más mi experiencia,” señala Virginia. El contacto previo, antes de ir a Singapur, con el grupo de singapurenses que había pasado el verano pasado estudiando en el Campus de Bilbao, también fue clave para su integración. Recordaban con cariño su estancia y se mostraron entusiasmados por poder devolverle el gesto, invitándola a formar parte de su vida en Singapur.
Lo que más me sorprendió al llegar, fue que pensaba que la gente sería más diferente a mí. Aquí me di cuenta de que, aunque pueden ser algo más tímidos, también disfrutan de salir, compartir, reunirse y disfrutar de la vida, igual que en España. Eso me ayudó mucho.”
Virginia nunca imaginó que estudiaría un curso académico en Singapur ni que viviría sola en otro continente. A pesar de la distancia con su familia y amistades, esta experiencia está marcando un antes y un después en su vida. Ha aprendido de personas con culturas y perspectivas diferentes, lo que le ha permitido crecer tanto personal como profesionalmente. La vibrante cultura de Singapur la motiva e inspira a seguir creando y le valida como joven artista.
Además de seguir aprendiendo nuevas habilidades y sumar una nueva experiencia, Virginia ha ganado independencia, confianza y seguridad y se siente más confiada para enfrentarse a cualquier desafío. “Cuando vuelva en mayo, sé que no seré la misma persona que dejó España en agosto. He crecido y madurado más que nunca. Esta experiencia me ha mostrado lo inmenso que es el mundo y cuánto me queda por explorar y aprender,” asegura.
Para Virginia, el valor de vivir esta experiencia supera cualquier dificultad de estar lejos de casa. Por eso, anima a quienes consideren el Study Abroad Program (SAP) a lanzarse: “No te lo pienses, lánzate. No te arrepentirás.” Singapur, con su riqueza cultural y su entorno de innovación, ha transformado su vida. ¿Te atreves a dar el salto y descubrir todo lo que un intercambio internacional puede ofrecerte?